Mi interés por realizar esta investigación
surgió de una anécdota.
Cierto día, a principios del mes de octubre de
2018, una mujer de mediana edad tocó el timbre de mi casa en la Ciudad de
México y se identificó como Servidora de
la Nación. Luego de observar su desgarbada figura a través de la pantalla
del interfón, la curiosidad me llevó a abrir el zaguán e invitarla a pasar para
atenderla en la sala.
Requemada su piel por una continua exposición al
sol, se identificó con un gafete que mostraba su nombre, su foto y, a manera de
autorización, el nombre de Andrés Manuel López Obrador, el cual también
aparecía estampado en el lado izquierdo del pecho del chaleco de color café
claro que vestía. Me entregó un impreso en forma de periódico tamaño tabloide,
titulado Censo para el Bienestar, en
el que se informaba la realización de éste, por órdenes del presidente electo,
para detectar las necesidades de la población e incorporarla a los programas
sociales de la Cuarta Transformación.
Le pregunté por qué se hacía este censo en forma
irregular, pues en todo caso le correspondía llevarlo a cabo al gobierno que
entraría en funciones un par de meses después.
- El presidente
va a cumplir con los apoyos a la gente desde el primer día de su gobierno.
Además, no podemos bajarnos de la campaña, menos ahora que ganamos las elecciones
– me contestó sonriente.
Luego de que contesté que no vivía en casa
ningún mayor de 68 años, persona con discapacidad ni madres solteras, me indicó
que, si en mi familia necesitábamos algún programa social de los que se
enlistaban en el impreso que me había entregado, concurriéramos a la asamblea
que el sábado siguiente realizarían a las 11 horas en un conocido sitio público
de la colonia. Entonces volví a cuestionar:
- ¿Es usted una
de las “protagonistas del cambio verdadero”?
Sorprendida por mi pregunta (1), me miró directamente a los ojos y, sin ocultar su orgullo militante, contestó
luego de un momento:
- Sí. Además, me
fleté como promotora del voto y representante de casilla de López Obrador en
las elecciones.
- Pero si él aún
no toma posesión, ¿quién les paga a ustedes? ¿Quién sufraga sus gastos? –
insistí.
- Nadie nos paga,
somos voluntarios – contestó. – Esperamos que nos contraten en forma a partir
del primero de diciembre – agregó, mostrando un gesto y una postura que
combinaban, en una mezcla, la jactancia de los méritos realizados en favor de
su causa, la esperanza de que le fueran reconocidos y el fastidio por la falta
de pago.
Luego de que terminó la breve entrevista revisé
el tabloide del Censo para el Bienestar,
suscrito por López Obrador como presidente electo y por el Gobierno de
Transición. En un apartado titulado “25 programas prioritarios de AMLO”, se
dice que éste “propuso 25 proyectos estratégicos que, a nivel nacional, serán
prioridad para impulsar el desarrollo nacional y lograr el renacimiento de
México”.(2)
Continúa el texto:
“Casa por casa, los “Servidores
de la Nación” estamos recabando información para validar los padrones de
personas beneficiarias de los programas actuales de SEDESOL y SAGARPA, y
registrar a posibles beneficiarios de 9 programas.”
Llamó mi atención el que, en un tris, de uno a
otro párrafo, se redujeron de 25 a 9 los programas estratégicos del nuevo
gobierno, pero bueno… Continué leyendo la lista de esos 9 programas:
“- Jóvenes Construyendo el Futuro
(apoyo para aprendices y becas para estudiantes de educación superior)
- Becas para jóvenes estudiantes de
educación media superior
- Pensión para el Bienestar de los
Adultos Mayores
- Pensión para el bienestar a
Personas con Discapacidad de Escasos Recursos
- Crédito Ganadero a la Palabra
- Plan de Reconstrucción para
Damnificados (Septiembre de 2017)
- Desarrollo urbano en colonias
marginadas
- Microcréditos para el bienestar
- Producción para el bienestar, Precios de Garantía y
Canasta alimentaria” (3)
Información complementaria me permite hacer el
siguiente apunte: conviene dividir en dos el primero de los programas, pues una
cosa son las becas para los ninis y
muy distintas son las becas estudiantiles de nivel superior. Por cierto, la
primera es de 3,600 pesos mensuales, mientras que la segunda, que debiera ser
mejor valorada, solo contabiliza 2,400 pesos al mes…
Además, a los programas enlistados en el
tabloide citado debe añadirse el de “Sembrando Vida”, que es un programa que
promueve la reforestación con apoyos económicos y en especie, pues es también
materia de trabajo de los Servidores de
la Nación.
Con tales ajustes, se puede decir que los Servidores de la Nación manejan un total
de 11 programas sociales del gobierno federal encabezado por López Obrador. (4)
Muchas preguntas me quedaron de aquél encuentro
y del tabloide que la amable Servidora de
la Nación me entregó en su visita a mi domicilio. Pero en los meses
siguientes, las interrogantes, vinculadas a la curiosidad por conocer aquello, se multiplicaron cada vez que sabía de
alguna declaración del Presidente respecto del mencionado censo, los superdelegados, los coordinadores
regionales, y cuando leía, escuchaba o veía alguna información periodística
sobre estos temas.
Intuí que algo grande se ocultaba detrás de tan
variada y barroca nomenclatura. De ahí surgió esta investigación.
* * *
Reciben y portan gafetes, uniformes, gorras y
mochilas que los identifican como Servidores
de la Nación.(5)
Son miles de brigadistas, que hicieron promoción
y defensa del voto en la campaña presidencial del partido Morena, los mismos a
quienes, entre agosto y noviembre del año pasado, el entonces presidente electo
contrató para iniciar el levantamiento del llamado Censo para el Bienestar (por nombres rimbombantes no paramos).
Ahora forman parte de un nuevo aparato de la
burocracia federal, que coordinan y dirigen los superdelegados designados en cada entidad federativa, y que realiza
una permanente e incesante promoción personalizada en favor de Andrés Manuel
López Obrador y de quienes han sido sus dirigentes partidarios, sus candidatos
a gobernador, a diputados y alcaldes, y que probablemente lo serán en el
futuro.
En resumen, constituyen el aparato político y
electoral del presidente. Son los servidores de AMLO.
(1) Los Estatutos del partido Morena no
designan a los militantes de ese partido con tal nombre, tampoco como miembros
o afiliados, sino con la rebuscada frase “protagonistas del cambio verdadero”,
algo que no es muy conocido fuera de las estructuras de ese partido.
(2) Gobierno de Transición (2018). Censo para el Bienestar. México: ed.
Gobierno de Transición.
(3) En todas las citas textuales se respeta
la redacción, puntuación y mayúsculas que se observan en los textos originales.
(4) Nota
para la segunda edición: Como se verá con detalle en el capítulo
respectivo, si en el primer semestre de 2019 los Servidores de la Nación manejaban 11 programas sociales, la
información oficial más reciente indica que, desde el término de ese año y en
la actualidad, ese número se elevó a 17.
(5) Utilizando la jerga que emplean los
propios militantes del partido Morena, en adelante también nos referiremos a
los Servidores de la Nación como los SN.