lunes, 20 de junio de 2022

Capítulo 1. Nómina y gastos de operación: 6 mil 104 millones de pesos

La suma de la nómina de la estructura burocrática de los SN, más los gastos de su operación durante 2020 alcanza la cifra de 6 mil 100 millones de pesos anuales (6 MIL 104 MILLONES 343 MIL 62 PESOS, para ser exactos). La cifra se compone de la nómina y los gastos de operación de esta organización, dentro de los que se incluyen los correspondientes a la construcción, equipamiento y puesta en marcha de los llamados Centros Integradores de Desarrollo (CID), como se verá adelante.

6 mil 104 millones de pesos. Escandalosa, tal es la dimensión del gasto que hace López Obrador en su ejército electoral que son los Servidores de la Nación.(1)

1.1.            La nómina de los SN: 3 mil 696 millones de pesos anuales

Esta estructura burocrática implica un abultado y adicional rubro de los gastos del gobierno federal. Tan solo en el pago de los sueldos de los SN, el gasto anual en 2020 será de casi de 3 mil 700 millones de pesos, contabilizando la suma anualizada del sueldo bruto que perciben, más las prestaciones básicas (seguridad social, prima vacacional y aguinaldo) sin contar otras que pudieran percibir.(2)

A continuación, se describen de arriba hacia abajo las percepciones económicas con cargo al erario que obtienen los integrantes de esta burocracia dorada de la Cuarta Transformación.

Cuadro 1 (3)

jueves, 9 de junio de 2022

"Servidores de la Nación..." (2021). Introducción

Mi interés por realizar esta investigación surgió de una anécdota.

Cierto día, a principios del mes de octubre de 2018, una mujer de mediana edad tocó el timbre de mi casa en la Ciudad de México y se identificó como Servidora de la Nación. Luego de observar su desgarbada figura a través de la pantalla del interfón, la curiosidad me llevó a abrir el zaguán e invitarla a pasar para atenderla en la sala.


Requemada su piel por una continua exposición al sol, se identificó con un gafete que mostraba su nombre, su foto y, a manera de autorización, el nombre de Andrés Manuel López Obrador, el cual también aparecía estampado en el lado izquierdo del pecho del chaleco de color café claro que vestía. Me entregó un impreso en forma de periódico tamaño tabloide, titulado Censo para el Bienestar, en el que se informaba la realización de éste, por órdenes del presidente electo, para detectar las necesidades de la población e incorporarla a los programas sociales de la Cuarta Transformación.

Le pregunté por qué se hacía este censo en forma irregular, pues en todo caso le correspondía llevarlo a cabo al gobierno que entraría en funciones un par de meses después.

- El presidente va a cumplir con los apoyos a la gente desde el primer día de su gobierno. Además, no podemos bajarnos de la campaña, menos ahora que ganamos las elecciones – me contestó sonriente.

Luego de que contesté que no vivía en casa ningún mayor de 68 años, persona con discapacidad ni madres solteras, me indicó que, si en mi familia necesitábamos algún programa social de los que se enlistaban en el impreso que me había entregado, concurriéramos a la asamblea que el sábado siguiente realizarían a las 11 horas en un conocido sitio público de la colonia. Entonces volví a cuestionar:

- ¿Es usted una de las “protagonistas del cambio verdadero”?

Sorprendida por mi pregunta (1), me miró directamente a los ojos y, sin ocultar su orgullo militante, contestó luego de un momento:

- Sí. Además, me fleté como promotora del voto y representante de casilla de López Obrador en las elecciones.

- Pero si él aún no toma posesión, ¿quién les paga a ustedes? ¿Quién sufraga sus gastos? – insistí.

- Nadie nos paga, somos voluntarios – contestó. – Esperamos que nos contraten en forma a partir del primero de diciembre – agregó, mostrando un gesto y una postura que combinaban, en una mezcla, la jactancia de los méritos realizados en favor de su causa, la esperanza de que le fueran reconocidos y el fastidio por la falta de pago.

Luego de que terminó la breve entrevista revisé el tabloide del Censo para el Bienestar, suscrito por López Obrador como presidente electo y por el Gobierno de Transición. En un apartado titulado “25 programas prioritarios de AMLO”, se dice que éste “propuso 25 proyectos estratégicos que, a nivel nacional, serán prioridad para impulsar el desarrollo nacional y lograr el renacimiento de México”.(2)

Continúa el texto:

“Casa por casa, los “Servidores de la Nación” estamos recabando información para validar los padrones de personas beneficiarias de los programas actuales de SEDESOL y SAGARPA, y registrar a posibles beneficiarios de 9 programas.”

Llamó mi atención el que, en un tris, de uno a otro párrafo, se redujeron de 25 a 9 los programas estratégicos del nuevo gobierno, pero bueno… Continué leyendo la lista de esos 9 programas:

“- Jóvenes Construyendo el Futuro (apoyo para aprendices y becas para estudiantes de educación superior)

- Becas para jóvenes estudiantes de educación media superior

- Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores

- Pensión para el bienestar a Personas con Discapacidad de Escasos Recursos

- Crédito Ganadero a la Palabra

- Plan de Reconstrucción para Damnificados (Septiembre de 2017)

- Desarrollo urbano en colonias marginadas

- Microcréditos para el bienestar

- Producción para el bienestar, Precios de Garantía y Canasta alimentaria” (3)

Información complementaria me permite hacer el siguiente apunte: conviene dividir en dos el primero de los programas, pues una cosa son las becas para los ninis y muy distintas son las becas estudiantiles de nivel superior. Por cierto, la primera es de 3,600 pesos mensuales, mientras que la segunda, que debiera ser mejor valorada, solo contabiliza 2,400 pesos al mes…

Además, a los programas enlistados en el tabloide citado debe añadirse el de “Sembrando Vida”, que es un programa que promueve la reforestación con apoyos económicos y en especie, pues es también materia de trabajo de los Servidores de la Nación.

Con tales ajustes, se puede decir que los Servidores de la Nación manejan un total de 11 programas sociales del gobierno federal encabezado por López Obrador. (4)

Muchas preguntas me quedaron de aquél encuentro y del tabloide que la amable Servidora de la Nación me entregó en su visita a mi domicilio. Pero en los meses siguientes, las interrogantes, vinculadas a la curiosidad por conocer aquello, se multiplicaron cada vez que sabía de alguna declaración del Presidente respecto del mencionado censo, los superdelegados, los coordinadores regionales, y cuando leía, escuchaba o veía alguna información periodística sobre estos temas.

Intuí que algo grande se ocultaba detrás de tan variada y barroca nomenclatura. De ahí surgió esta investigación.

* * *

Reciben y portan gafetes, uniformes, gorras y mochilas que los identifican como Servidores de la Nación.(5)

Son miles de brigadistas, que hicieron promoción y defensa del voto en la campaña presidencial del partido Morena, los mismos a quienes, entre agosto y noviembre del año pasado, el entonces presidente electo contrató para iniciar el levantamiento del llamado Censo para el Bienestar (por nombres rimbombantes no paramos).

Ahora forman parte de un nuevo aparato de la burocracia federal, que coordinan y dirigen los superdelegados designados en cada entidad federativa, y que realiza una permanente e incesante promoción personalizada en favor de Andrés Manuel López Obrador y de quienes han sido sus dirigentes partidarios, sus candidatos a gobernador, a diputados y alcaldes, y que probablemente lo serán en el futuro.

En resumen, constituyen el aparato político y electoral del presidente. Son los servidores de AMLO.



(1) Los Estatutos del partido Morena no designan a los militantes de ese partido con tal nombre, tampoco como miembros o afiliados, sino con la rebuscada frase “protagonistas del cambio verdadero”, algo que no es muy conocido fuera de las estructuras de ese partido.

(2) Gobierno de Transición (2018). Censo para el Bienestar. México: ed. Gobierno de Transición.

(3) En todas las citas textuales se respeta la redacción, puntuación y mayúsculas que se observan en los textos originales.

(4) Nota para la segunda edición: Como se verá con detalle en el capítulo respectivo, si en el primer semestre de 2019 los Servidores de la Nación manejaban 11 programas sociales, la información oficial más reciente indica que, desde el término de ese año y en la actualidad, ese número se elevó a 17.

(5) Utilizando la jerga que emplean los propios militantes del partido Morena, en adelante también nos referiremos a los Servidores de la Nación como los SN.

Servidores de la Nación. La Operación Política del Gobierno de la 4T (segunda edición)

 


 

Agradecimientos

A Isabel María del Rayo, por su paciencia

 

 

 

A José Woldenberg, por su amistad y enseñanzas

A quienes colaboraron en el arduo procesamiento de la información

A la Dirección Nacional del PRD y a las diputadas federales Azucena Rodríguez Zamora y Verónica Juárez Piña, sin cuyo respaldo esta investigación no se hubiera realizado


Nota a la segunda edición

La publicación de la primera edición del libro Servidores de la Nación. La operación política del gobierno de la 4T, ocurrida en octubre de 2019, tuvo un buen recibimiento entre la opinión pública, particularmente en la parte de ésta que busca un enfoque crítico de la realidad, basado en información dura, comprobada y comprobable. Constó de cinco mil ejemplares y se agotó muy pronto. La versión virtual se ha bajado de Internet más de 25 mil veces, luego de que se puso a disposición en línea a partir de marzo de 2020. La circulación del libro acompañó la sustanciación y el trámite de la queja que el PRD interpuso en el INE por la promoción personalizada que realiza esa estructura burocrática en favor del Presidente de la República y de sus coordinadores.

Afortunadamente, el libro no pasó desapercibido y se tomó como referencia en debates suscitados respecto a la política social del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la integración de la estructura burocrática que en la investigación se estudia. Son varios los reportajes, artículos de opinión, estudios y libros que lo han citado como fuente.[1]

Esta segunda edición, para efectos prácticos, es un nuevo libro, dado que cuenta con información actualizada y más amplia de los temas abordados. La actualización de la indagatoria obligó a una reelaboración completa de ocho de los capítulos y de dos de los anexos. Asimismo, la investigación se extendió a otros temas, por lo que se incorporaron nueve capítulos completamente nuevos y un anexo adicional. Para la segunda edición se conservan el prólogo de José Woldenberg, el texto introductorio y, por imperativo metodológico, se conservaron también algunos de los capítulos originales, aunque también requirieron modificaciones.

Es oportuna la insistencia en denunciar la impunidad, la soberbia y la antidemocracia que el Presidente López Obrador y su aparato pretenden instaurar. Muchas de las conductas del gobierno de la 4T, durante los meses transcurridos desde que se publicó la primera edición del libro, expresan una preocupante deriva hacia un presidencialismo exacerbado que pone en riesgo la democratización mexicana. Es por ello más actual el desasosiego por la democracia, por la efectividad del sufragio, una gran preocupación ocasionada por esta operación político-electoral que, desde la cima del poder, pretende coaccionar masivamente el voto para ganar las elecciones desde antes de que empiecen las campañas de las y los candidatos.

Estamos ante un proyecto político transexenal que recuerda al viejo PRI en sus años de gloria de partido de Estado, pero a la décima potencia. La preocupación por la democracia mexicana se ha profundizado, debido a lo cual es imperioso redoblar la lucha en su defensa.




[1] Nota a la segunda edición. Entre los libros que citan la primera edición de esta obra se cuentan los de José Antonio Crespo y Carlos Elizondo Mayer-Sierra:

Crespo, J.A. (2020). AMLO en la balanza: de la esperanza a la incertudumbre, México. Ed. Grijalbo.

Elizondo, C. (2020). Y mi palabra es la ley. AMLO en Palacio Nacional. México. Ed. Debate.