lunes, 19 de agosto de 2019

Cautelares a los “Servidores de la Nación”


El Cincel
Es un verdadero triunfo jurídico para el PRD y para la causa del voto libre y secreto, la resolución por la que el INE dictó medidas cautelares en la queja que este partido presentó contra altos funcionarios del gobierno federal por el uso indebido de dineros del erario y por la promoción personalizada de servidores públicos.
Como se sabe, el PRD interpuso su denuncia el pasado 8 de abril. Esta denuncia, emergida de un trabajo muy completo de investigación a cargo de un especializado equipo de profesionales, consta de 75 páginas y se acompañó de dos anexos, de dos actas circunstanciadas y dos discos compactos certificados con fe pública. Se aportaron miles de pruebas consistentes en fotografías, videos, textos e información periodística.
La queja señala como responsables de las infracciones al Presidente de la República, a la Secretaría de Bienestar, al Coordinador General de Programas para el Desarrollo, a los llamados “superdelegados” y a los Coordinadores Regionales de dichos programas, quienes conforman la estructura de coordinación y mando de los “Servidores de la Nación”.
La denuncia describe minuciosamente la operación de una ilegal estrategia electoral que se lleva a cabo desde las alturas del poder, demostrando la existencia y operación de una estructura burocrática creada por el gobierno federal que, solo en la nómina de sus integrantes, implica un gasto anual de 3 mil 240 millones de pesos, estructura cuyo mando superior se aloja en la propia oficina presidencial.
Al levantar el así llamado “Censo para el bienestar” y al entregar los apoyos económicos a los beneficiarios de los programas sociales costeados con dinero público, los “Servidores de la Nación” hacen una inconstitucional promoción del Presidente, pero también de los “superdelegados” y de los Coordinadores Regionales. La denuncia detalla los antecedentes políticos de quienes ocupan éstos cargos, demostrando un perfil netamente morenista, a la vez que evidencia   que, al parecer, ellos están predestinados por el dedo presidencial a ser los futuros candidatos del partido Morena a gobernadores, diputados y presidentes municipales en las próximas elecciones.
El 16 de agosto, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE resolvió que había suficientes evidencias que demostraban la probable existencia de tal promoción personalizada y, por tanto, ordenó al gobierno federal cesarla de inmediato. Así, se mandó a la Secretaría de Bienestar y a la Coordinación General de Programas para el Desarrollo el retirar de la indumentaria e implementos de los “Servidores de la Nación” el nombre del Presidente de la República y cesar toda promoción de su persona en el levantamiento del censo y la entrega de apoyos a los beneficiarios. También se vinculó con esta orden a los “superdelegados” de cada uno de los estados y a los 266 Coordinadores Regionales que dirigen las brigadas de “Servidores de la Nación”, a la vez que se les ordenó que bajaran de los sitios de Internet y de sus redes sociales toda la propaganda personalizada que forma parte del operativo inconstitucional, fijando un plazo perentorio para que tales disposiciones se cumplan.
Este triunfo, pese a ser provisional, pues el fondo de la queja perredista será resuelto por la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, es una exitosa incursión opositora en la línea de enfrentar en el terreno jurídico aquellas determinaciones del gobierno lopezobradorista que vulneran la Constitución y las leyes. Junto a los amparos promovidos por el colectivo No Más Derroches, que lograron la suspensión de la obra del aeropuerto de Santa Lucía, el expediente contra los “Servidores de la Nación” muestra que el Derecho es también contrapeso frente a un gobierno arbitrario.
Cincelada: El senador Martí Batres, quien se quejó del fraude electoral en Morena, debiera aprender que en política no hay sorpresas, hay sorprendidos.
(Publicado en www.bigbangmexico.com el 20 de agosto de 2019)
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lunes, 12 de agosto de 2019

El “golpe blando” de la 4T


El Cincel
(Publicado en Big Bang México el 13 de agosto de 2019)

Ante el declive de la popularidad del presidente López Obrador, muy ostensible en las redes sociales y con efectos menos perceptibles en las encuestas de opinión, los estrategas del gobierno morenista han lanzado como reacción la denuncia de que está en marcha un supuesto golpe de Estado, al que llaman “golpe blando”.

Aunque los intelectuales orgánicos del gobierno federal visten con arrestos teóricos tal invento, la historia política de nuestro país lo relaciona directamente con aquella estratagema que puso en marcha el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez (LEA) hace 49 años, para justificar la represión gubernamental. Envuelta en demagogia populista y en un discurso tercermundista, la divisa de su política era “Yo o el fascismo”, aplicando mano dura a los movimientos sociales, a la juventud de izquierda y a la oposición de cualquier signo. Desde los tiempos en que era el Secretario de Gobernación del sátrapa Gustavo Díaz Ordaz, LEA inventó a un amenazante enemigo con el objeto de justificar crímenes de lesa humanidad que cometió: la “conjura comunista internacional". Por cierto, uno de los oradores oficiales de aquellos tiempos era el entonces joven político Porfirio Muñoz Ledo,

Así, sucedieron el halconazo del 10 de junio de 1971; la actuación de la criminal Brigada Blanca, que tenía patente de corso para acabar con las guerrillas de izquierda y que fue el semillero de los jefes de los cárteles del crimen organizado que hoy padecemos; el golpe contra el Excélsior de Julio Scherer; el encarcelamiento, los despidos y desapariciones contra sindicalistas independientes, comunistas, estudiantes, profesores y campesinos, entre las muchas violaciones a los derechos humanos y a las libertades democráticas acaecidas durante la década de los 70 del siglo pasado.

A despecho de lo que ocurre hoy en el mundo, y debido a que el lopezobradorismo pactó una alianza con las fuerzas armadas, John Ackerman y Carlos Mendoza dicen que los golpes militares ya son obsoletos. Tanto el doctor en Derecho como el director del célebre Canal 6 de Julio, convertidos en publicistas del gobierno, intentan vanamente dar soporte teórico a la especulación que comparten y, para ello, recurren al politólogo estadounidense Gene Sharp, a quien atribuyen los cinco pasos del “golpe blando”: 1) Fase de ablandamiento: donde algunos medios intentan crear malestar y desesperanza social; 2) Deslegitimación: hecha mediante la difusión de comentarios contra el gobierno, mofas y noticias falsas; 3) Calentamiento en calles: donde se promocionan constantemente las manifestaciones de protesta; 4) Combinación de todas las formas de lucha: se crean rumores, se crea una falsa carestía, se acusa al gobierno de incompetente y se inician causas judiciales contra gobernantes; y 5) Fractura institucional: las causas judiciales prosperan, los medios apoyan y los gobiernos caen. 

En realidad, esta teoría descalifica a las libertades democráticas, pues a despecho de la misma, no son golpistas ni los comentarios críticos, las burlas al gobierno, ni las manifestaciones de protesta, como tampoco lo son el acusar a los gobernantes por su incompetencia o el interponer demandas judiciales contra las determinaciones de la autoridad. Es más, el listado atribuido al autor de “De la dictadura a la democracia” se puede identificar en gran medida con la resistencia pasiva practicada tanto por Gandhi para lograr la independencia de la India, como por Martin Luther King en la lucha por los derechos civiles de la población negra de los Estados Unidos.

Al igual que Echeverría, el gobierno actual ha inventado a sus enemigos amenazantes. El propio presidente identificó a sus adversarios como conservadores, además de que los tachó de fifís, neoporfiristas, neoliberales, reaccionarios, hipócritas, etc. Un gran abanico de fuerzas disímiles entran en esta ocurrente clasificación: científicos y técnicos, ambientalistas, gente de la cultura, madres afectadas por el recorte a las estancias infantiles, médicos residentes, economistas, pacientes desatendidos en las clínicas y hospitales, multitud de despedidos del gobierno federal; medios de comunicación, periodistas y articulistas críticos, además de aquellos que militan en la oposición de izquierda, centro o en la derecha. Para el presidente todos son conservadores y, para los intelectuales orgánicos de su gobierno, todos los disidentes son los actores del “golpe blando”. 

Preocupa la posible deriva de esta teoría porque, ¿qué se hace con los golpistas? Durante el mandato echeverrista a los sospechosos se les acusó del delito de disolución social, se les persiguió, encarceló y desapareció. Hemos de decir que, hasta el momento, la del “golpe blando” es una vil estratagema publicitaria que busca intimidar a la crítica y a la oposición, pero es un deber el informar a sus promotores que no lograrán tal intimidación.

Cincelada: Despilfarro es la nómina de 3,240 millones de pesos anuales que se gasta el gobierno en la campaña inconstitucional de los. Servidores de la Nación.