lunes, 14 de octubre de 2019

Ruptura de la democracia


El Cincel

La “consulta patito” a que convocó la mayoría morenista del Congreso de Baja California transcurrió el domingo 13 de octubre en medio del desinterés de los electores del estado fronterizo. Según datos de los diputados locales de Morena, autodesignados organizadores de la votación, participaron unas 53 mil personas, de las que apenas 45 mil apoyaron el alargamiento del periodo gubernamental, es decir, solo el 1.8 por ciento de los casi 3 millones de electores de aquella entidad federativa.


Pero la escuálida participación no importa para el gobernador electo, que da por buena su “consulta” como un respaldo a la intención de alargar su gobierno de 2 a 5 años. Al mismo tiempo, con su respaldo al bonillazo, el partido Morena y el gobierno de López Obrador están dando un paso para romper la democracia en nuestro país.

Carente de toda seriedad, ilegal por los cuatro costados, esa “consulta” no tiene valor jurídico alguno. No es representativa, no fue organizada por autoridades electorales autónomas, no cuenta con la vigilancia de los partidos políticos ni de los ciudadanos, pero para los bonillistas sus resultados son buenos.

Jaime Bonilla y quienes lo respaldan, legisladores federales carentes de agenda, producto de una tómbola de azares infaustos, alcaldes recién electos que ya son  campeones en nepotismo, diputadillos locales sedientos de poder y de dinero, forman un conjunto de politiqueros de baja estofa. Pero no están solos, pues cuentan con el apoyo del gobierno federal y de la dirección nacional del partido Morena.

El Presidente de la República es el primer obligado a velar por la vigencia de la Constitución, del régimen democrático y republicano, pero el fin de semana se atrevió a tuitear sobre una inexistente controversia en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que “Antes eran dedazos y concertacesiones, aunque parece que ya se les olvidó a los conservadores.”

O sea que, para que erradicar las nefastas concertacesiones, deja obrar a su pupilo… Lo cierto es que la omisión es acción: si en declaraciones públicas trata de ser elusivo, ambiguo, echándole la bolita a los jueces que abomina cuando no le son proclives, es porque el presidente simpatiza con el plan golpista de Bonilla o, más bien, porque ese proyecto de burla a la democracia es el suyo. La única amnesia en relación a Baja California consiste en que López Obrador olvidó la democracia.


Con más cinismo, la presidenta de Morena, Yeidckol Polevsky, aplaudió desde el mes de julio el golpe artero: “No es endeble jurídicamente, al contrario, (la reforma que alarga el periodo de gobierno) es muy fuerte. Todos los diputados la aprobaron, la gente lo reclama y lo que es una aberración es hacer una Gubernatura de dos años” – dijo.

La trascendencia de este intento se proyecta a toda la República, puesto que implica una ruptura de la democracia y del orden constitucional. Lo que ocurre en el territorio bajacaliforniano dista de ser un asunto local, por lo que se deben reclamar responsabilidades políticas al Presidente de la República, así como al partido Morena y a sus dirigentes nacionales, en su calidad de autores intelectuales o, al menos, como cómplices de este golpe antidemocrático.

Cincelada: Las asambleas distritales del partido Morena en el norte del país resultaron una mezcla de tango y narco-corridos.

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