martes, 14 de abril de 2020

La asamblea de Futuro 21 (I)


El Cincel

La asamblea virtual que Futuro 21 ha convocado para el 23 de abril es una buena oportunidad para la reflexión sobre lo necesario que es para México una oposición de izquierda moderna, global, justiciera y liberal a la vez, encabezada por nuevos liderazgos, principalmente de jóvenes, mujeres y trabajadores del campo y la ciudad, que despliegue acciones en torno a un programa bien definido y cuente con fuertes vínculos en el campo ciudadano.

Futuro 21: ¿contra AMLO?

La oposición en general, particularmente la partidista, quedó paralizada por lo que llamó el tsunami electoral que dio el triunfo a López Obrador en 2018. Este pasmo permitió al nuevo presidente desplegar su iniciativa sin resistencia alguna. Pero desde hace unos meses, el desgaste del propio gobierno federal en los rubros de seguridad pública, política social, salud, así como el incumplimiento de sus compromisos de campaña, erosionó su fama pública y ha ido limitando su accionar.

Simultáneamente, se ha ido fortaleciendo un amplio abanico opositor, el cual no es una sola oposición, sino múltiples oposiciones. Las expresiones opositoras a la 4T van desde las comunidades indígenas que se oponen a los megaproyectos del gobierno y los colectivos anarquistas en la extrema izquierda, hasta quienes profesan una ideología de derecha y/o un declarado anticomunismo, pasando por votantes desilusionados, la intelectualidad progresista y militantes de partidos de izquierda, centro y derecha.

Si desde el punto de vista de las izquierdas se denuncia el lenguaje demagógico de la 4T y el que, lejos de que sea verdad aquello de la “abolición”, su proyecto consista en un neoliberalismo populista con capitalismo de cuates, otros opositores consideran que el proyecto de la 4T es comunista o socialista y condenan sus vínculos con el Foro de Sao Paulo, con una fraseología que recuerda a la de la “conjura comunista” de los tiempos del diazordacismo. Como se ve, ambas son posturas de oposición, pero su punto de partida es sustancialmente distinto.

Reconocer tal diversidad es preciso si se quieren identificar los puntos que permitan canalizar el descontento popular. Futuro 21 podría responder a ello si se plantea la demanda y el contenido de un Plan de Emergencia que atienda la crisis del sector salud y postule medidas de mitigación para proteger el empleo, los derechos de los trabajadores y la viabilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas.

Al mismo tiempo, Futuro 21 debiera esforzarse por conformar la expresión ciudadana de una izquierda decididamente opositora a la 4T, nítidamente propositiva, global y moderna. Su posicionamiento debiera reivindicar al Estado de Bienestar en el maremágnum de la epidemia y la crisis económica, defender la libertad de pensamiento y al Estado laico, los avances democráticos, los derechos de las mujeres, de los jóvenes, de la diversidad sexual y de los sectores más desprotegidos de la sociedad, así como combatir la corrupción, el compadrazgo y el influyentismo que agobian a la sociedad.

Ignoro cómo se ha planeado la asamblea virtual de Futuro 21, denominada por los convocantes Diálogo por la Reconstrucción Nacional, pero es deseable que la plataforma o aplicación cibernética que la albergará tenga capacidad suficiente para la deliberación de miles de personas, que se escuche su voz, se recojan sus ideas y se procesen para conformar las conclusiones.

En una segunda entrega opinaré acerca de la tarea de arrebatar a Morena la mayoría parlamentaria. Deseo el mayor de los éxitos a la asamblea virtual de Futuro 21 a la que, por cierto, ya me inscribí.

Cincelada: López Obrador quiere victimizarse y apoyar a los candidatos de Morena, por eso insiste en que haya revocación de mandato en las elecciones de 2021.

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